Con este nombre se denomina aquella patología del pie que se refleja con dolor intermitente o constante en la parte plantar del pie antes del pliegue de los dedos.
Es una problemática muy frecuente que va asociada a numerosas patologías del pie bien sean congénitas o adquiridas.
ETIOLOGÍA:
1. Su aparición es más frecuente en las mujeres y ello es debido al uso de calzados inadecuados (calzados con talones altos y punteras estrechas) de forma continuada y al mayor deterioro de los mismos por los embarazos, menopausia etc.
Inicialmente se aprecia una callosidad localizada en una o varias de las cabezas metatarsales.
Con motivo de la presión que dichas cabezas efectúan sobre el suelo, la irrigación de esta zona de piel se ve comprometida y dicha isquemia provoca la muerte celular con la aparición de las células muertas (callosidades), así podemos entender que las callosidades son infartos dérmicos por isquemia compresiva.
En muchas ocasiones cuando la metatarsalgia es de los radios centrales, suele coexistir con el dedo en supraductus (montado) o infraductus (por debajo) del metatarsiano afecto.
2. El hundimiento de los metatarsianos centrales o la anomalía anatómica en la
longitud de los mismos produce sobrecargas puntuales que también nos lleva a
padecer dicha patología.
El dolor se manifiesta con mayor intensidad en el momento de impulsión del
paso que es cuanto el antepié efectúa su mayor contribución en fuerza en la
marcha, carrera o salto.
3. También es motivo de metatarsalgias los pies que presentan hallux
valgus(juanete) ya que al tener un primer metatarsiano corto, la impulsión
recae preferentemente sobre los metatarsianos 3º y 4º.
4. Toda anomalía en el repropie como: Cavos, valgos, planos, comportan en sí un
deficiente despegue del pie del suelo durante la marcha con la consiguiente
aparición de metatarsalgias.
5. Enfermedades reumáticas que también producen degeneración de las
articulaciones metatarso-falángicas (poli artritis, psoriasis etc.).
6. Referente a primer dedo (dedo gordo) que se observa de forma individual por
sus características propias y autosuficiencia mecánica, tendremos como más
importantes las degeneraciones de la articulación por artrosis, enfermedades
reumáticas, traumatismos etc.
Y también las anomalías de los husos que lo estabilizan llamados sesamoideos.
PREVENCIÓN
· El uso de los calzados con ancho de antepié adecuado.
· Evitar los tacones excesivamente altos es aconsejable unos 3 cms. Máximo, como uso habitual.
· La aparición de dolor en las zonas metatarsales de forma esporádica es el primer aviso y debe consultarse al podólogo.
TRATAMIENTO
Los tratamientos pueden ser conservadores o quirúrgicos.
Tratamientos conservadores:
· Los estudios podológicos desde el punto de vista biomecánico.
· Las ortésis (plantillas) compensatorias o correctivas según cada caso.
· Las ortésis de silicona para paliar y proteger las deformaciones digitometatarsales.
· La indicación de los calzados más adecuados.
Tratamientos quirúrgicos:
En la actualidad las técnicas de mínima incisión o la llamada cirugía
percutánea, la artroscópica etc. Ofrecen posibilidades de corrección
quirúrgica, con tiempos cortos de recuperación, así mismo la cirugía
convencional sigue aplicándose en aquellos casos que esté indicada, según lo
precise el paciente.