Los Müller son una saga familiar experta en lo que ellos mismos bautizaron como "calzado fisiológico" y que inventó Karl Müller padre hace ya 15 años.
Se inspiró en el principio de la “inestabilidad natural” que se produce cuando caminamos descalzos sobre terrenos blandos e irregulares que estimulan nuestro sistema muscular para mantenernos en equilibrio.
Müller se fijó en la tribu de los Masai, del este de África, que caminan descalzos por la sabana y curiosamente apenas tienen problemas lumbares o de articulaciones. Por eso llamó a su invento “Masai Barefoot Technology” o “MBT” que traducido quiere decir tecnología de los pies descalzos de los Masai. Consistía en un zapato de suela curva o balancín rígida con una zona de amortiguación blanda en el
talón.
En el año 2006 dejaron atrás su anterior empresa para emprender un nuevo proyecto: desarrollar un calzado fisiológico apto para uso diario y continuo por personas de cualquier edad y condición física.
Con la experiencia acumulada y el asesoramiento técnico de su padre el joven Karl Müller ha creado Joya: el zapato más blando del mundo. A diferencia de su predecesor, la suela es íntegramente blanda desde el talón hasta la punta. Esto hace que la sensación sea todavía más parecida a caminar por una superficie blanda como la arena manteniendo los mismos beneficios asociados a la inestabilidad.
Inestabilidad que se ha moderado también para aproximarse más a lo naturalmente óptimo, haciendo de Joya un producto que no requiere adaptación ni aprendizaje previos y que es idóneo para usar todo el día
durante muchas horas incluso estando de pie.
Y por último pero no menos importante, Joya es más parecido a un calzado convencional dado que su suela es plana (no curva) eliminando el rechazo estético que provocaba la suela curva en muchos usuarios potenciales.